Polvo

Publicado en Mugalari / Gara 27/02/09

Una artista cataloga la pelusa y el polvo recogido en distintas viviendas, sitios públicos y edificios privados. La diversidad del material resulta ser tremendamente elocuente, nos habla de los usos y costumbres de los habitantes de esos espacios, de la estación del año en que fueron recogidos, del tiempo atmosférico… La composición de estas diminutas muestras es enormemente rica, rastros orgánicos como piel y cabellos junto a elementos vegetales y polvo, mucho polvo proveniente de muy lejos, de otros lugares, de otros tiempos.
Es sólo uno de los enfoques que Hartmut Bitomsky nos acerca en “Dust” (Polvo, 2007), película que ha podido verse en el festival de cine documental “Punto de vista” celebrado recientemente en Iruñea. El director ha querido tratar el sujeto más pequeño sobre el que se puede hacer una película y el resultado es un bello film en el que se solapa lo macro y lo micro, lo que no alcanza a ser forma pero que conforma ambientes y condiciona formas de vida. Polvo desértico atravesando continentes y polvo de estrellas atravesando el espacio.
El film atraviesa también todo tipo de disciplinas y enfoques, el polvo es objeto de análisis para las ciencias, para las artes, para la industria. Un protagonista que incluso “es” el propio film, al permitir que la luz determine las imágenes sobre el soporte químico del celuloide. Polvorosa tautología.
Una primera consideración nos sitúa en el “polvo eres…”. Ser y saberse pequeño en determinados contextos puede proporcionar una fuerza inusitada. Una segunda aproximación nos habla de la necesidad de experimentación, de prácticas en las que la complejidad cobre forma (también) en las imágenes; sólo así el arte será capaz de reubicarse en el ámbito general de la cultura. Proyectos como “Dust” lo consiguen plantando cara a una producción cinematográfica cada vez más garrula. La siguiente consideración nos hace pensar sobre la importancia de citas como el festival “Punto de vista” o la sección “Exis”, de Zinebi, en las que este tipo de prácticas fílmicas puedan darse a conocer, dignificando de esta manera nuestro papel de “partícipe” de la cultura.