Publicado en Mugalari, Gara 15/01/10
Organizando y dando sentido a todo un cúmulo de documentos teóricos, gráficos y audiovisuales, acercándolos de una manera atractiva a los artistas jóvenes y haciéndoles partícipes de todo ese caudal, M.E. consiguió propagar con su trabajo el disfrute creativo que acompaña al conocimiento. Cuando ese disfrute es reconocido, cuando es valorado, no se olvida nunca. Abrir las puertas de un archivo de par en par, dejar que su contenido se propague entre las mentes mientras los cuerpos transitan y comparten un mismo espacio, no es algo espectacular porque cala lentamente, sin ruido que lo acompañe. Es algo que pertenece a la calidad y calidez de la convivencia más que a la gestión o a la administración de los recursos. Se trata de palpitaciones, de resonancias, de pequeñas revelaciones o de vastos espacios de investigación que alguien supo señalizar, acondicionar y preparar para que pudieran seguir resonando en todas las lenguas, en todas las cabezas. Cuando ese disfrute, cuando ese eco es reconocido y reconocible no se olvida nunca. Y no se olvida nunca a quien lo hizo posible.
M.E. puso en contacto ámbitos de trabajo aparentemente distantes, ofreció soporte para la producción de pensamiento, propició nuevas redes de relaciones y llevó la idea de edición hasta todos estos espacios de rozamiento especulativo.
Pero hay algo en la labor editorial de M.E. que excede los límites conocidos de su demarcación laboral y es el modo en que ha quedado señalizada para siempre una etapa irrepetible. Y no se trata de la profundidad que adquieren las iniciales de su nombre, ni de los lugares a los que su labor está unida. Ni siquiera se trata de la emoción que hemos sentido estos días pasados al recordarla, sino del modo en que hemos detectado al unísono algo parecido a una atmósfera. Una atmósfera de extrañamiento y a la vez de reconocimiento mutuo. Una atmósfera que nos devuelve a un punto de partida diferente. Como siempre.
2 comentarios:
Una atmosfera. Exactamente. Para mí ha sido la primera vez de algo, todavía no sé de qué. Digestión lenta. Muy bonito texto, muy a la diana, muchas gracias Fito :-/
Gracias a ti Maria por visitar este rincón apartado (si te digo la verdad estoy muy tranquilo aquí escondido...)
Nos vemos!
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