Publicado en Kultura, Gara 2/11/11
Seres buscando un relato |
Nueva palabra fetiche para los tiempos políticos
que corren: “relato”. En realidad siempre fue así, lo que está en juego es el
relato, hacerse con él o conseguir imponer una versión por encima de otras.
El arte ha sido y sigue siendo un mecanismo de
transmisión cultural y de memoria simbólica, y ello implica necesariamente una
responsabilidad ética por cuanto sitúa al sujeto en el centro de un teatro de
operaciones de carácter sensible en el que nos reconocemos como ciudadanos y
ciudadanas en relación a una historia, a un patrimonio común, etc.
Sabemos que la institución arte es un espacio de
poder en el que se da forma y se hace visible el relato ganador a través de
diferentes mecanismos. Parecería, por tanto, que la detección en tiempo real de
esos mecanismos y la búsqueda de alianzas con otros campos del conocimiento
para ofrecer relatos alternativos deberían ser objetivos fundamentales de una
práctica artística comprometida con su tiempo. Y sin embargo, ¿dónde
encontramos hoy posibilidades, estructuras, iniciativas que permitan abordar
estos objetivos? ¿Será este un enfoque caduco? ¿Qué podemos aportar hoy desde
nuestra actividad?
A partir de aquí una catarata de preguntas desborda
el ingenuo “relato” de esta columna para inundar todas las formas de
divergencia cultural que hemos conocido hasta ahora. Quizá no se trate de
trabajar las imágenes sino las imaginaciones; quizá no se trate de interpelar a
la institución sino de instituir nuevas formas de interpelación; quizá no se trate
de trabajar en los “contra-relatos” sino de volver a tomar responsabilidades en
el relato de nuestro tiempo.
1 comentario:
Lo cierto es que yo no me beneficio de ningún criterio ético o cualquier otra superestructura y que estoy a merced de mi humor que es sabido no puede apostar por nada positivo, pero considero mucho mejor para todaos que quien se sienta capaz teja un nuevo relato que nos de ganas de vivir, y también de vivir en sociedad
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