Publicado en Kultura, Gara 31/12/11
El éxito de la etiqueta verde que luce
Gasteiz, “European green capital 2012”,
puede servirnos para explicar los continuos desarreglos que en materia cultural
sufre Araba. Si los mismos criterios de sostenibilidad, de buenas prácticas y
de cierto consenso (sociopolítico y de carácter “transversal”) en los que se ha
cimentado este tan celebrado logro se hubieran aplicado en las políticas
culturales, la situación en este herrialde no sería la actual. Si hasta hace no
muchos años la vida cultural avanzaba en base a tramos perezosos en lo
programático y modestos pero continuados en lo económico, los últimos años han
traído al primer plano de la actualidad el corte brusco, el cerrojazo y un
peligroso distanciamiento con la realidad y con las necesidades de la actividad
creadora y del ámbito de incubación cultural. Tal es el caso de la apremiante evacuación
de la Asamblea Amarika de la gestión de los espacios forales de exposición, cuya
labor ha ejemplificado nuevas formas de participación en la institución
cultural; de la misteriosa desaparición, a pesar de contar con una lujosa sede,
de Krea, un equipamiento dependiente de Vital Kutxa que fue vendido a bombo y
platillo como plataforma de producción y de intercambio para nuevos creador@s;
o el todavía no suficientemente aclarado caso de Montehermoso, que tras un periodo
de trabajo focalizado en la artes visuales desde la perspectiva de género,
cambiará su timón sin que se tenga todavía noticia de su nuevo rumbo.
Así las cosas, el ecosistema cultural, ese
que además de verde admite otras muchas tonalidades en las mezclas y en los métodos,
vuelve a asfixiarse entre los desajustes de la política, la desidia y la
economía del miedo, haciendo patente una tremenda falta de perspectiva
histórica. Los bruscos cerrojazos interrumpirán procesos de trabajo necesitados
de tiempo para su definición y de espacios para su confrontación, quedarán
atrapadas las iniciativas independientes y las condiciones de producción
cultural tendrán que redefinirse en un tiempo cuya tonalidad tiende, en Araba, al
verde oscuro…
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