La voluntad de leer la experiencia del presente a través de destellos, fragmentos o gotas del pasado es un ejercicio que se apoya en la siempre sugerente idea de archivo. Ante el archivo, en sus diferentes formas, ponemos en marcha todo un proceso de montaje del material que se nos presenta, buscamos conexiones, paralelismos, contrapuntos, contra-planos. Nos implicamos o nos distanciamos; el archivo nos seduce por inclusión, nos indigna por exclusión o nos otorga el papel de juez. El registro y el archivo mantienen una creciente presencia en el panorama expositivo del arte, pero también en la crítica cultural, a la que sirve eficazmente. En una agenda comentada, como es esta, el registro y el archivo resultan ser una buena herramienta para establecer conexiones, atar ideas y deshacer nudos.
La idea de registro y de archivo está muy presente
en la exposición “Rockomikiak, binetak
eta doinuak”, en la Ganbara de Koldo Mitxelena Kulturunea de Donostia (hasta
final de enero). El rock y el cómic han tenido caminos paralelos en muchos
tramos de las décadas de los 80 y de los 90, cuando la escena alternativa
surgía con fuerza en Euskal Herria. La muestra recoge comics, fanzines,
portadas de discos, libretos y video clips y busca, sin nostalgia, retomar
algunos hitos de este tipo de producción contra-cultural así como analizar su
situación actual. Para ello se proponen diferentes charlas en Ganbara y en
Komikigunea con la presencia de Iñaki Otamendi, Harkaitz Cano, Garbiñe Ubeda,
Yurre Ugarte, Kini, Larri, Asisko Urmeta o Xabier Gantzarain.
El archivo fotográfico de Agustí Centelles (1909-1985), uno de los padres del fotoperiodismo,
se muestra por primera vez en Bilbo. La exposición organizada por EHU / UPV y
la Fundación Pablo Iglesias, y que puede verse hasta el 16 de enero en Bizkaia Aretoa, recoge 105 fotografías
ordenadas cronológicamente y perfectamente documentadas que fueron realizadas
por el fotógrafo valenciano entre 1934 y 1939. Además, la muestra incorpora 81
documentos de prensa y objetos personales como su cámara Leica, así como 33
referencias de sus instantáneas publicadas en la prensa de Australia. Hasta su
exilio en 1939 Centelles retrató la República y la Guerra Civil antes de
visitar los campos de refugiados de Francia. En el año 1944 entregó a unos
amigos una maleta con más de 4.000 negativos de 35mm para preservar la
identidad de las personas que aparecían en sus fotos. En 1976 este archivo volvió
al Estado español, y fue a partir de entonces cuando se positivaron los
negativos que pueden verse en la muestra y que nos descubren una versión dura
pero fascinante de aquellos años.
La idea de registro adquiere en el siguiente caso
tintes casi misteriosos. La exposición de 150 réplicas exactas de los guerreros de Xian, el ejército de
terracota que hizo moldear hace 2.200 años el primer emperador de China y que
puede verse en el Palacio Euskalduna de
Bilbo es un espectáculo. El registro de todo un ejercito es un proyecto tan
colosal como mágico, especialmente por la personalización de todos y cada uno
de los guerreros. Las reproducciones que podemos ver ahora están fabricadas con
el mismo material del conjunto original, descubierto en 1974, y que ha llegado
a ser calificado como la "octava maravilla del mundo".
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