Publicado en 7ka 22/03/15
Obra de Detritus para la exposición "Belleza a pesar de todo", en el KM de Donostia |
En “El abuso de la
belleza” (2005), Arthur C. Danto (Michigan, 1924) a quien
también debemos “El fin del arte” (1984), sostiene que para una obra de arte
contemporáneo la belleza es una especie de “delito estético”. A principios del
siglo XX un objetivo primordial del arte era todavía lograr la delectación
estética, pero en cierto momento la belleza se fue, se convirtió en una opción
y no en una obligación. Así, la opción de hacer algo bello está indicada cuando
contribuye al significado de la obra. Lo que Danto llama “belleza interna”
tiene un recorrido más intelectual que meramente visual y nos indica que la
obra tiene una función extra, además de presentarse para ser mirada. Pero la
belleza sigue siendo un valor fundamental, su diversidad se abre y se hace
compleja con el paso del tiempo. Imaginar un mundo sin belleza es como imaginar
la vida sin bondad; es algo que nadie querría vivir. Por eso el arte nos somete
continuamente a preguntas que en el fondo constituyen toda una aventura: la de
re-conocernos en relación al mundo que vivimos.
“Edertasuna hala ere / Belleza a pesar de todo” es el título de la exposición
que presenta Detritus (Donostia 1964) en la Ganbara del Koldo Mitxelena
Kulturunea de Donostia hasta el 18 de abril. La obra de Detritus da pie a
hablar de rasgos que han quedado ocultos tras la cortina del abatimiento, del
trauma de vivir y del nihilismo dolorosamente productivo a través del cual se
ha juzgado siempre su trabajo. Por eso, no puede
pasarse por el alto el sincretismo cultural de su pintura, en la que se funden
textos, citas, poesía y todo tipo de técnicas para componer imágenes
fragmentadas, episodios que no tienen un espacio ni un tiempo único; cuadros
dentro de cuadros e historias dentro de historias. Este espacio indefinido
compone un escenario operístico, un limbo creado especialmente para que
convivan personajes reales y ficticios, para que las ensoñaciones, los
pensamientos visuales y los objetos de deseo, se acoplen a los textos con todo
el vértigo y la zozobra de su estilo inconfundible. La angustiosa presencia de
la figura humana ha ido ganando en definición y más allá de la virtud técnica
de su representación se han disuelto las figuras de sujeto y objeto, y con
ellas, aquello que separa el cuerpo del mundo. En esta exposición, el concepto
de belleza nos interpela directamente porque no hay concesiones, hay preguntas
dirigidas tanto a la razón como a las entrañas de quien observa todo este
despliegue energético.
El “Creative commons film
festival” (http://cineccdonostia.org/) aborda su “sección ecología” los días 24,25 y 26 de marzo en Centro Cultural
Okendo de Donostia. El día 24 se proyectará “Requiem nuclear” dirigida por Sonia Llera; la crónica de un viaje que relata la
historia de la energía nuclear a través de las experiencias y reflexiones de
los primeros activistas antinucleares y que nos lleva hasta las obsoletas y
amenazantes centrales de Garoña, Ascó y Vandellós.
El día 25, podrá verse “Fractura, la maldición de los recursos”,
de Eduardo González, que aborda la fractura hidráulica
o “fracking” y sus consecuencias medioambientales. Ya el día 26, la película “#Oligopoly 2:
el imperio eléctrico contra todxs”, de Alba del Campo, nos relata la lucha contra el cambio
climático.
Cine de resistencia y “Belleza, a pesar de todo” en
la intención de compartir inquietudes y de abordar nuevas formas de rebeldía.
1 comentario:
JORGE ROARO:
PARTE I: DANTO Y SU VISIÓN DEL ARTE
ARTHUR COLEMAN DANTO (1924-2013) fue indudablemente uno de los más influyentes pensadores dedicados en el último medio siglo a reflexionar sobre la naturaleza del arte y el papel que éste juega en nuestro mundo hoy en día; desafortunadamente, eso no significa que este filósofo del arte haya contribuido gran cosa a enriquecer o a ayudar a entender mejor nuestra experiencia estética ante los fenómenos artísticos, ni mucho menos que haya aportado algo concreto que permitiese enderezar un poco el camino que sigue el arte institucional contemporáneo para sacarlo de su actual decadencia y mediocridad. De hecho, me parece que fue todo lo contrario, de modo que en las siguientes páginas trataré de explicar brevemente por qué creo que la influencia filosófica de Danto ha sido francamente negativa para el desarrollo de nuestra visión del arte contemporáneo.
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